Y es que con el paso de los meses uno comprende que cada año es un año mejor, que cada día es una nueva oportunidad. Que no vale la pena derrumbarse, porque hay que pensar que hay cosas mucho peores que las que nos pasan a uno mismo. Y que es mejor seguir adelante siempre, porque cuando se cierra una puerta, de abren miles. Y si alguien te dice adiós, hay otra persona esperando a decirte hola. Ríe y se feliz con las personas que de verdad se lo merecen. Perdona a todas aquellas que te hicieron daño pero se arrepienten. Busca nuevas metas y olvídate de los problemas. No le des más importancia a las cosas de las que tienen. Y esfuérzate por ser alguien mejor día tras día....
Regalaré cien sonrisas a quien me procure una, me hartaré de dar las gracias y encerraré al adiós. No volveré a errar ni a prometer, intentaré simplemente demostrar. Perdonaré a quien me pudo dañar. Me comprometeré en sonrisas y en lágrimas. Soñaré un poco menos y viviré más. Pero sobre todo, ni cuando sienta que puedo volar, permitiré que mis defectos vuelvan a torcerme el camino. Y al final sólo aprendí que me queda mucho por aprender!
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